Teherán, 13 nov (PL) Las autoridades iraníes declararon hoy el estado de emergencia para las provincias occidentales que registraron las sacudidas de un terremoto que marcó 7,3 grados de magnitud en la escala de Richter.
El sismo ocurrió en la frontera con Iraq, pero se sintió desde El Líbano hasta Kuwait, catalogado como uno de los más grandes en la historia de Medio Oriente.
Hasta ahora, la Organización de Gestión de Desastres confirmó la muerte de al menos 407 personas y que otras seis mil 700 resultaron heridas en la occidental provincia de Kermanshah.
Según el Servicio Geológico de Estados Unidos, el temblor ocurrió a las 20:18 hora local del domingo con epicentro a 32 kilómetros al suroeste de Halabja, en la parte nororiental de Iraq, y a una profundidad de 33,9 kilómetros.
Poco después del primer terremoto, el instituto norteamericano detectó otro de magnitud 4,5 en igual escala, en la localidad de Sarpol-e Zahab, en Kermanshah, donde los accesos colapsaron y se carece de información sobre otras víctimas.
Algunas aldeas de Kermanshah quedaron apagadas por los cortes de electricidad.
La Media Luna Roja de Irán, el Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica y el Ejército persa enviaron personal para apoyar a las personas y zonas dañadas.
Un comité de gestión de crisis presidido por el ministro iraní del Interior, Abdolreza Rahmani Fazli, acordó el envío inmediato de todos los artículos vitales, incluidas tiendas de campaña, alimentos de primera necesidad, medicamentos y agua potable, entre otros insumos de primera necesidad.
El gobernador de Kermanshah, Hushang Bazvand, decretó tres días de luto oficial, en tanto que las escuelas permanecerán cerradas.
Según reportes del Centro Sismológico de Irán, las réplicas del terremoto podrían prolongarse y confirmó que hasta el momento detectaron 35, en particular en las ciudades occidentales.